Jessie Ware - Devotion (2012)

Apuesto a que muy pocos esperaban del aún vigente revival ochentero la llegada de algo parecido a una nueva Sade-Whitney Houston, pero voilà. Jessie Ware, que ya era conocida gracias a su trabajo como vocalista invitada en un par de temas del productor de UK Garage SBTRKT, ha estado este verano en boca de todo el mundo gracias al refrescante sonido de sus tres singles publicados hasta ahora. ¿Cumple ‘Devotion’ las expectativas vertidas sobre la llamada ya nueva promesa del R&B? La respuesta es TOTALMENTE.

‘Devotion’, producido por Dave Okumu de The Invisibles con la colaboración esporádica de Julio Bashmore, responsable, por ejemplo, de la burbujeante ‘110%’, presenta una revitalización muy interesante del R&B de los ochenta en canciones como ‘Running’, que, con sus vientos smooth jazz y esa guitarra tan Prince, además de la interpretación vocal de Ware, tan contenida como la de Sade aunque con puntuales momentos de drama estilo Whitney Houston, es la obra maestra clara de ‘Devotion’; o ‘Sweet Talk’, probablemente la pieza más evocadora de la nostalgia de los ochenta en todo el álbum. ‘Swan Song’ o ‘No To Love’, por su parte, presentan unos beats hip-hop más que reminiscentes de J Dilla, en tanto que el aclamado sencillo ‘Wildest Moments’ o la intensa ‘Taking In Water’ no dejan de ser baladones estilo siglo XXI, pero muy bien integrados en un conjunto elegantemente homogéneo, además techno, con ecos bastante armoniosos.

 

Es de agradecer que, en una época post-Operación Triunfo y derivados en la que parece que para que te consideren buen cantante tienes que cantar más fuerte, más alto y gritar más que nadie, aparezca una vocalista como Jessie Ware a recordarnos que la sutileza es la mejor arma que un artista puede poseer. Así, la fluidez con la que temas como ‘Devotion’ o ‘Something Inside’ son interpretados por Ware es casi incorpórea pero, al mismo tiempo, irresistiblemente romántica, porque Ware, aunque tampoco cuenta con la voz más especial que se ha oído últimamente, parece más que familiarizada con la hermosa belleza de las “slow jams” de los ochenta hasta el punto que, de nuevo, ‘Running’, podría haber sido un clásico de la época perfectamente.

‘Devotion’, en cualquier caso, falla en que no mantiene el nivel en la mayoría de las canciones contenidas en él. ‘Wildest Moments’, como baladón, no es espectacular, y otros números elegantes como ‘No To Love’ o ‘Night Light’ carecen de la frescura de los singles en detrimento de un sonido quizá demasiado clásico. Por suerte, sí encontramos varios temas destacados como ‘Still Love Me’ o el ultra pegadizo ‘110%’ que elevan sin esfuerzo la media del álbum, al igual que la voz de Ware otorga a los temas, también sin esfuerzo, esa sensualidad sutil de, efectivamente, Sade sin dejar notas tan suaves y nítidas como Whitney Houston.